“L O L I T A”

DE VLADIMIR NABOKOV

“Mientras nuestro siglo entra en sus años finales, la última carcajada puede ser la mejor de todas: La Gran Novela Americana fue escrita por un ruso”.

- Alan Levy

“Entre las más sutiles y complejas creaciones literarias de nuestro tiempo. Lo cual no significa, por cierto, que no sea un libro provocador”.

- Mario Vargas Llosa

Así es, “Lolita”, un clásico universal, una auténtica historia de amor, una novela de finísimo estilo, una novela que; sin exagerar nada, transporta y transforma al lector a través de su perfecta estructura narrativa, una estructura que podría compararse (nuevamente sin exagerar) con las formaciones escritas de Dostoiewsky, Tolstoy, Stendhal, Cortázar u otros muchos. Ésta fue la obra que le dio fama mundial al escritor ruso Vladimir Nabokov, uno de los literatos más importantes del siglo XX. Contemporáneo de Jorge Luis Borges, profesor de literatura durante más de veinte años y amante de las mariposas (“un oscuro entomólogo” como le gustaba nombrarse), Vladimir Nabokov con un genio absoluto e imaginación desbordante nos brinda una excepcional historia sobre un maestro cuarentón llamado Humbert Humbert, quien, frustrado por sus antiguos desamores y vanas cotidianeidades, cae enamorado de Dolores Haze, una niña berrinchuda de unos doce años, a quien apodan Lolita “de cariño”. La novela narra las aventuras y desventuras de estos dos personajes viajando por los Estados Unidos, perseguidos por extraños mientras se adentran en un mundo de erotismo, obsesiones y paranoias. No es una novela que retrata la pedofilia. No, no, es una novela que retrata la ilusión amorosa (de verdadero amor) que un hombre mayor entrega incondicionalmente a su pequeña amada. Una de las grandes novelas de nuestros tiempos, un libro que vale todas las penas, un libro que debería leerse, y releerse, y releerse. Poniendo las cosas aún más claras: aquel que se ha de llamar “Gran Lector” o cualquier aspirante al mundo de la literatura, no puede continuar con su vida a menos que haya leído “Lolita” o que guarde alguna de las novelas de Nabokov en su biblioteca personal.

Otras grandes recomendaciones del mismo autor; dentro de la Biblioteca Nabokov, regalo especial de la editorial Compactos Anagrama, son las siguientes maravillas literarias: Desesperación, Risa En La Oscuridad, Ada o El Ardor, La Defensa, Pálido Fuego, Pnin, etc.

“EL FIN DE ALICE”

DE A. M. HOMES

Cuando uno desea inspeccionar en el rincón más espeso de la atrocidad y perpetrar en las cavidades más horribles del alma humana, puede inmediatamente recurrir a esta novela.

“El Fin de Alice” narra la espantosa historia de un recluso llamado Chappy (encerrado desde hace veintitrés años debido a abuso infantil) comienza a recibir cartas de una joven universitaria que busca seducir a un niño de doce años y que pide recomendaciones a Chappy para lograr su cometido. Ambos fascinados por este, el acto más terrible del hombre, se comunican de carta en carta, entre medias verdades y trampas para que Chappy, más tarde (y muy tarde) comience a revelar una atroz verdad.

Un libro difícil de digerir en cuanto al contenido de excesiva locura, pero brillante en cuanto a su excelente y memorable estructura, una narrativa capaz de estremecer el mismo sofá donde se lleva a cabo la desdichada lectura (desdichada si, el lector debe saber que se adentrará a un rincón de la humanidad que jamás hubiese imaginado).

Podríamos llegar al punto de decir que; si no fuera por su narrativa al servicio del drama, esta podría ser una grandísima novela de terror, contando una realidad totalmente cercana con todos los toques sutiles y morbosos posibles.

Impresionante obra literaria que bien pudiese ser un pariente de “Meridiano de Sangre” de Cormac McCarthy y la contraparte aún más siniestra de “El Hechicero” de Vladimir Nabokov. Simplemente excelente.

“AGENDA DEL SUICIDIO”

DE PABLO RAPHAEL

Dentro de la Universidad Iberoamericana de León hay una casa de seres que reposan en estantes amarillos, cosas que encierran millones de pensamientos, millones y millones de letras, cientos y cientos de ejemplares alineados y marcados como prisioneros en un campo de concentración, un lugar que se frecuenta… pero con diferentes deseos.

Pues bien, antes de entrar a esa casa, hay una pequeña puerta en la entrada a la izquierda donde otros amigos (esta vez en estantes más cordiales y con un solo encargado) que guardan verdaderas joyas que bien podrían ganar un lugar entre los otros amigos en los estantes amarillos.

Vamos a traducir. Antes de la biblioteca, hay una librería.

En esta librería, hay un libro de relatos especialmente interesante llamado “Agenda del Suicidio” de un autor llamado Pablo Raphael (Colima, 1970). Becario del Fondo Nacional para La Cultura y Las Artes de México y del Centro Mexicano de Escritores, Pablo Raphael nos entrega esta obra que se asemeja a una remota y nunca bien ponderada “Historia Universal de La Infamia” (J. L. Borges) en cuanto a la elección de los temas de historia torcida y resurrección de íconos. Pablo Rapahel retrata de forma ficticia los suicidios de algunos de los grandes escritores del siglo XX para demostrarnos lo contrario a lo que ellos querían mostrar con su literatura y sus propias personalidades. Una excelente selección de relatos con un muy buen prólogo de Ignacio Padilla que nos prepara para las lecturas de esta pequeña agenda, una muestra para que los estudiantes noten la pequeña librería y estén al tanto de los artificios literarios que podrían ser lo que se busca en ese momento de inspiración, una muestra para frecuentar esta pequeña librería antes de dar el otra gran paso y penetrar en la biblioteca.

Grandes relatos, un gran autor, uno que debería ser leído por todos.

Rafael Cisneros Gonzáles